Por Armando Alfonzo Jiménez. Publicado en El Heraldo de México.
Durante las últimas tres administraciones presidenciales se ha desarrollado una dinámica mediática
Durante las últimas tres administraciones presidenciales se ha desarrollado una dinámica mediática consistente en generar estadística, día con día, sobre los homicidios dolosos cometidos en cualquier parte del territorio nacional. Los medios de comunicación han contabilizado esos ilícitos como parte del periodo de gobierno de cada una de las gestiones en turno.
Resulta imprescindible romper esa inercia de comunicación. Algunas propuestas que pudieran contribuir a ello:https://e0c921bfd0828543ba412bc86919f3e5.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html?n=0
A nivel discursivo: 1) Dejar manifiesto el rechazo en contra de la trivialización de las víctimas de delitos. No puede tratarse esta información como si fuera una simple estadística;
2) Subrayar la importancia de no criminalizar a las víctimas. Es una desgracia la pérdida de una vida humana, y es obligación de la autoridad responsable esclarecer los hechos, castigar a los responsables y hacer valer la reparación integral de los daños;https://d-21266293462165244728.ampproject.net/2405231944000/frame.html
3) Ser enfáticos en la complejidad que representa la comisión del delito de homicidio, cuya naturaleza competencial es diversa. El homicidio, en principio, es un ilícito que corresponde ser investigado y sancionado por las autoridades de los estados de la República Mexicana. Sólo, de manera excepcional, en ciertos casos se surtiría la jurisdicción federal (por ejemplo: crimen organizado).
Respecto de lo metodológico: 1) Contar con una matriz de información pormenorizada sobre cada uno de los homicidios dolosos cometidos a partir de una fecha específica. En esta matriz se incluiría: nombre del occiso, lugar de los hechos, presunto responsable, número de identificación del expediente, ante qué agencia del Ministerio Público se encuentra radicada, unidad administrativa dependiente de esa agencia, nombre del fiscal general o procurador, si se libró orden de aprehensión, estatus, si existe proceso jurisdiccional, resolución, situación jurídica actual, si se formuló recomendación por parte del organismo público de Derechos Humanos correspondiente; precisar las medidas de reparación integral del daño a la víctima; https://d-21266293462165244728.ampproject.net/2405231944000/frame.html
2) Para lo anterior, es fundamental la acreditación de contactos fiables en cada una de las fiscalías de las entidades federativas del país, y de la propia federal; 3) Con esta información, se pueden generar ejercicios comparativos de la eficiencia en el trabajo de las fiscalías, qué estados de la República cumplen con la procuración de justicia, cuál es el estado de la cuestión en el orden federal, y esto se puede comunicar a los medios de comunicación.
Estos datos pueden resultar de utilidad al Ejecutivo Federal para expresar su preocupación al respectivo Gobernador y ventilar esta circunstancia a la opinión pública. Esto también podría servir para el establecimiento de apoyos e incentivos a aquellos gobiernos de los estados que cumplan debidamente con su labor.
Para facilitar y estrechar la comunicación, la administración pública federal deberá contar con una instancia de coordinación y colaboración con las fiscalías del país. Un equipo de profesionales en materia de seguridad pública y persecución de ilícitos, con el soporte tecnológico necesario.
En lugar de esperar, mes a mes, el reporte de algunos medios de comunicación sobre el total de homicidios dolosos ocurridos en México, y atribuirlos a que sucedieron durante determinado período presidencial, sería aconsejable difundir la información de quién es quién en la procuración de justicia en México, así como elevar la exigencia a las distintas fiscalías del país.
POR ARMANDO ALFONZO JIMÉNEZ
CONSTITUCIONALISTA
@ARMANDOALFONZO