Por Iván Arrazola Cortés. Publicado en Etcétera.

Hay paradojas que es difícil explicar, durante mucho tiempo la izquierda mexicana demandó reglas claras, piso firme, desterrar la influencia de los poderes facticos del terreno político, impulsó severas limitaciones al modelo de comunicación política, pero hoy ese modelo electoral que impulsaron y llevaron hasta sus últimas consecuencias, les estorba, limita su libertad, lo que ayer era un acto de justicia hoy constituye una injusticia, ayer condenaban que en los actos públicos acudieran acarreados, hoy el oficialismo reivindica las “virtudes republicanas” y dice que la gente se “organizó” para acudir a la marcha convocada por el presidente.

La principal portavoz de las inconformidades con el sistema electoral es la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que en este momento se perfila como la candidata mejor posicionada por su partido, Morena, para contender por la presidencia de la Republica.

A la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum le parece ofensivo que el INE haya frenado la campaña en bardas, redes sociales y lonas a favor de sus aspiraciones presidenciales, con mensajes como «Para que siga la transformación», «EsClaudia» y «Es Sheinbaum», el INE exigió a la funcionaria que se deslindará de estas acciones y llamará a sus seguidores a dejar de promoverla por estos medios.

La jefa de gobierno se inconformó señalando que el INE demuestra su “sesgo” “talante autoritario” y “conservador” por pedir a la ciudadanía que no ejerza sus libertades, para la jefa de gobierno la medida tiene un carácter parcial y autoritario que limita la libertad de la ciudadanía de pronunciarse a favor de la mandataria de manera pública. A lo que el consejero del INE Ciro Murayama señaló que la Jefa de Gobierno pretende beneficiarse de un proselitismo “adelantado” e “ilegal”.

Esa no era la primera vez que la Jefa de Gobierno criticaba al INE, lo hizo también durante el proceso de revocación de mandato, donde de manera abierta invitaba a la ciudadanía a participar aún a sabiendas de que los servidores públicos no lo podían hacer, ni hacer promoción del ejercicio. Al exhorto hecho por el INE la jefa de gobierno señaló «En vez de que el INE se dedique promover, a lo que se dedica es a estar sancionando a quien promueve este ejercicio democrático». También acusó que el INE quería boicotear el ejercicio democrático. Tal vez habría más sencillo si su partido al momento de aprobar las reformas sobre la revocación de mandato hubiera incluido menos prohibiciones.

Otro tema en el que hubo controversia entre Sheinbaum y el INE fue la cancelación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio, el INE ordenó la cancelación de la candidatura señalando que el precandidato no entregó de forma oportuna su informe de gastos de precampaña. Sheinbaum señaló que era importante leer la resolución del Tribunal Electoral que señalaba que la sanción era desproporcionada.

Sin embargo, sobre el precandidato pesaban tres denuncias por violación y acoso sexual, estas denuncias fueron desestimadas por la cabeza del movimiento que defiende Sheinbaum, el presidente de la República, quien señaló que “en tiempos electorales hay acusaciones de todo tipo”. Lo que en todo caso habría que cuestionar es hasta dónde se encuentra el compromiso de Sheinbaum y López Obrador en la lucha de las mujeres contra la violencia, apoyando esta candidatura a capa y espada.

Desde su visión la Jefa de Gobierno se ha dedicado a denostar al INE insistiendo que se requiere de una democracia más “barata”, que no haya “fraudes” y que los consejeros no tengan conflictos de intereses. Pero esa insistencia en un cambio, en realidad lo que refleja es que se busca tener una institución más débil, que incentive lo que Sheinbaum dice querer erradicar, el fraude.

Para la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México estos llamados a respetar las reglas constituyen obstáculos ya que el INE se encuentra viciado, por lo tanto, no tienen legitimidad para llamarla a respetar las reglas. La funcionaria que todos los fines de semana se dedica a viajar y a firmar convenios en su calidad de “ciudadana” insiste en que la autoridad electoral actúa bajo consigna para afectar a su partido.

No acepta el juego democrático porque no está acostumbrada a las opiniones divergentes, prefiere descalificar antes que debatir, la competencia política le aterra y eso se lo han hecho sentir en la ciudad que gobierna, el continuismo poco a poco ha ido cobrando factura al oficialismo, con la perdida de alcaldías en la Ciudad de México en las elecciones de 2021 y con las movilizaciones por la defensa del INE, por eso trata de imponer con calzador su imagen, a falta de logros sustanciales en su administración, busca por todos los medios promover su candidatura a la presidencia de la República.

El guion está claro, habrá que seguir debilitando y cuestionando a las instituciones electorales, retándolas con la colocación de publicidad ilegal por todas las ciudades, disfrazando actos de proselitismo como si fueran giras de trabajo, utilizando recursos públicos para atacar a los contrincantes. El INE seguirá siendo cuestionado permanentemente y debilitado con el recorte de recursos y con la constante amenaza de una reforma que lo elimine o lo limite mucho más.

Sin duda el derecho a aspirar a un cargo público es legítimo, lo que no se puede hacer es promoverlo desde un cargo público y fuera de los tiempos establecidos por la ley para realizar campañas y precampañas. La democracia de Sheinbaum lo que promueve es el estado de naturaleza de Thomas Hobbes, donde se impone el o la más fuerte pero no la justicia o la razón.

Iván Arrazola es analista político y colaborador de Integridad Ciudadana. @ivarrcor