Por Iván Arrazola Cortés. Publicado en La Silla Rota.
El presidente López Obrador presentó la semana pasada su plan de paz mundial para resolver el conflicto entre Ucrania y Rusia. Sin duda es interesante observar cómo se comporta un presidente que desde que llegó al poder anunció que para él la mejor política exterior es la política interior, probablemente a esto obedece que el presidente mexicano se exponga poco al escenario internacional y cuando lo hace causa extrañeza ya que no es el escenario en el que se sienta más cómodo, por eso al presentar su propuesta de paz el pasado 16 de septiembre generó múltiples reacciones por lo que es importante conocer que propuso López Obrador y que repercusiones podría tener la propuesta presidencial.
La propuesta presidencial establece que para la solución del conflicto se pide una tregua de cinco años entre las partes involucradas y la creación de un comité que ayude a resolver el conflicto, este comité estaría integrado por tres personalidades internacionales: El Papa Francisco, Antonio Guterres, secretario general de la ONU y Narendra Modi, primer ministro de la India. El plan tiene como objetivos: conseguir un acuerdo mundial de cinco años de paz, la suspensión inmediata de acciones y provocaciones militares y un alto de pruebas nucleares.
Si bien no ha habido una respuesta oficial por parte del gobierno ucraniano, la respuesta de uno de los asesores del presidente Zelenski fue negativa al señalar que la propuesta del presidente López Obrador es un “plan ruso”. En su cuenta de Twitter el asesor cuestionó al presidente mexicano “¿su plan es mantener a millones bajo ocupación, aumentar los entierros masivos y darle tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva?”. Inclusive el asesor cuestionó las intenciones de López Obrador con la presentación de su plan “Los ‘pacificadores’ que usan la guerra para sus propias relaciones públicas solo sorprenden».
La respuesta por parte del presidente López Obrador no tardó en llegar a través de sus redes sociales “Repito el discurso de la propuesta para lograr la paz alterada por la guerra de Rusia y Ucrania. Lo hago porque muchos no la conocen y otros la desechan debido a sectarismos o intereses de élite”. Utilizando calificativos como “vulgaridad mental” el presidente mexicano señaló la falta de convicciones y de ideales por parte de los que no aceptan su plan ya que actúan en función de sus intereses económicos y políticos.
Aunque no se puede negar la buena intención del presidente López Obrador, la propuesta genera varias interrogantes. En primer lugar, López Obrador llama guerra a algo que no lo es, se trata de una invasión, Rusia decidió atacar a Ucrania e invadir su territorio, cualquier propuesta por más buenas que sean sus intenciones, sino contempla la salida inmediata de las tropas rusas de territorio ucraniano es limitada, el cese al fuego parece insuficiente ante las dimensiones que ha adquirido el conflicto.
López Obrador se ha pronunciado por la autodeterminación de los pueblos, precisamente una de las razones por las que Rusia invadió a Ucrania es porque ésta tiene la intención de unirse a la OTAN lo que va en contra de los intereses rusos, un país soberano puede asociarse con quien considere más conveniente, la posición de López Obrador ha sido ambigua, contraria a la autodeterminación de los pueblos que tanto promueve, en este tema se ha negado a sancionar a Rusia lo que ha provocado que su propuesta genere suspicacias al considerar que es un plan que favorece a Rusia.
La falta de oficio político también ha salido a relucir en la presentación de la propuesta, sin el apoyo de algún organismo internacional o de un grupo de países que respalden a México, la propuesta parece naufragar ya que hasta este momento ninguno de los países de la región ni de los actores convocados para formar el comité han respaldado a México en su propuesta. De hecho, semanas atrás López Obrador criticaba a la ONU por cuestionar su política de seguridad, mencionó “nos cuesta mucho y no dan resultados”, resulta paradójico criticar a un organismo y al mismo tiempo pedir su apoyo para resolver el conflicto.
Más allá de las contradicciones la propuesta del presidente hace a un lado la amplia experiencia en generar acuerdos de paz que tiene el país, lo hizo en Centroamérica durante los años 80 y 90, utilizando los foros internacionales, generando consensos con otras naciones, el plan de AMLO denota improvisación y lo más preocupante es que muestra a un presidente con desconocimiento sobre cómo se mueve el escenario internacional. Si la propuesta va en serio será necesario que se replantee en su totalidad y que se tome una posición mucho más clara respecto a Rusia, de lo contrario se convertirá en otro desencuentro internacional de este gobierno.
Iván Arrazola. Colaborador de Integridad Ciudadana, Doctor en estudios Científico-Sociales con mención en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO. México). Especialista en participación ciudadana, cultura de paz, democracia subnacional y gobierno abierto. @ivarrcor @Integridad_AC https://www.integridadciudadana.org.mx/