Por Adriana Ferreiro Jiménez. Publicado en ContraRéplica.
A horas de la celebración de día de muertos, hablemos un poco sobre los orígenes de esta tradición, basados en el sincretismo entre las celebraciones católicas (Día de todos los santos y el día de los fieles difuntos), así como las diversas costumbres de los indígenas de México.
De forma concreta, los orígenes de esta tradición se sitúan en el pueblo de Teotihuacán donde se acostumbraba a hacer ofrendas en honor a los fallecidos practicando rituales en su honor.
Actualmente la expresión “muerto en vida” se utiliza para describir a una persona que físicamente está viva, pero emocional y psicológicamente está vacía. Una persona que se siente con una gran falta de entusiasmo, ilusión, sin una pasión ni propósito de vida. Sentirse “muerto en vida” es una de las expresiones más utilizadas por adultos, y me atrevería subrayar una de las más preocupantes.
Si usted se encuentra dentro de las personas que se sienten así, debido a que está atravesando una situación complicada o simplemente ha hecho de todo y se sigue sintiendo igual, le comparto algunas estrategias que pueden funcionar para mejorar la calidad de vida, primeramente, se trata de reconocer que la única forma para salir de ese estado se halla en reconocer el sentimiento y tener presente que la única forma para superar el padecimiento es atravesar la puerta del dolor sin evadirlo.
Reconocer y aceptar el problema es el paso más difícil de todos. Platón sostenía: “El comienzo es la parte más importante del recorrido”. Una vez haciéndose consciente del sentimiento de vacío podemos comenzar a plantear estrategias, una de ellas es recurrir al libro de Viktor Fankl “El hombre en busca de sentido”.
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Este libro es una de las herramientas más importantes que puede tener una persona cuyo sentimiento sea la falta de ganas de vivir, ya que la trama del libro se desarrolla en los años 40 en los campos de concentración Nazi.
Una segunda herramienta puede ser hacer uso del mindfulness, esta técnica se centra en prestar nuestra atención plena en el aquí y en el ahora, lo importante de prestar atención en el hoy es de suma importancia ya que promueve hacer consciencia de todo lo bueno que tenemos, esta herramienta se tiene que ejercitar diariamente para desarrollar la habilidad de agradecer por lo que sí tenemos y dejar de prestar atención en lo que “no hay”.
En pocas palabras, se trata de desarrollar la habilidad de poner nuestro enfoque en lo que hay fijándonos en las puertas que tenemos abiertas y dejar de ver la puerta que esta cerrada. Esta técnica requiere de un espacio en soledad para reflexionar y agradecer ya que el agradecimiento es la puerta a la abundancia y no me refiero en el ámbito económico, agradecer diariamente promueve hacernos conscientes de que lo que tenemos sea cada vez mayor.
Y como tercera herramienta, plantéese elaborar un proyecto de vida, uno que sea netamente de usted, que promueva sus deseos, metas, intereses y el cual va a ser el puente que lo conecte con su futuro próximo, plantear un proyecto de vida le ayudará a tener expectativas altas de sí mismo y un sentido de plenitud percibiéndose útil, también le va a ayudar a vencer las dificultades actuales, actuando como un soporte (columna vertebral) que lo sostenga cuando el viento sea demasiado duro.
La felicidad no está en el “tener” sino en “ser” y el “ser” tiene que ver con el “hacer”, así que lo invito a desarrollar cualquiera de estas herramientas y si le es posible todas, cada una actuará como un efecto catártico, pero de una forma más productiva, los pequeños cambios lo llevaran consecuentemente a grandes resultados.
Adriana Ferreiro Jiménez, Colaboradora de Integridad Ciudadana A.C. Licenciada en Psicología Social por la Universidad Autónoma Metropolitana con diplomados en Psicooncología y Terapia Cognitiva Conductual @Integridad_AC