Por Javier Agustín Contreras. Publicado en ContraRéplica.
Muchos se han de preguntar qué es el poder ciudadano, cómo funciona la Democracia y en qué consiste, cómo influye en la vida política de México, si ya los dados fueron lanzados y venían cargados; las encuestas manejan una diferencia gigantesca en la preferencia electoral a favor de la candidata oficial; a veces las preguntas parecen retóricas, por no decir sarcásticas o retobo, más en realidad tiene una gran profundidad; ya que el poder ciudadano es la participación en la toma de decisiones que definen el rumbo del país.
Sí, en eso consiste la Democracia, donde los ciudadanos en primera instancia elegimos de forma directa a los representantes o servidores públicos que van a dirigir el rumbo de la Nación, ya sea como Presidente de la República, Gobernadores o Presidentes Municipales, a nivel ejecutivo o como Legisladores Senadores, Diputados Federales y Estatales, quienes conforme a nuestra constitución política no necesitan ninguna preparación previa, por lo que el VOTO es nuestra principal herramienta para hacer valer nuestra opinión.
Durante los últimos años la mercadotecnia política ha jugado un papel muy importante en la presentación de los candidatos, mostrando cualidades desconocidas, así como sembrando expectativas o creando una desilusión colectiva a través de una de sus herramientas principales: las encuestas, las cuales al día de hoy han logrado empoderar a el abstencionismo como el principal elector, creando un ambiente gris que incide de manera inmediata en aquellos que no creen en el sistema y que con un pensamiento caótico, creen realmente que todo está arreglado y por ende su voto no cuenta, conformándose con la típica frase; así son las cosas ni modo. Y así , dejan que la propaganda partidista los venza antes de llegar a las urnas, regalando su voto al partido que cuente con mayores recursos y obviamente mayor estructura que extrañamente coinciden con los que están en el poder.
Las encuestas son estudios que presentan cuáles serían los resultados si la elección se llevara a cabo en el momento en que se consulta la opinión del ciudadano; un ejemplo claro es la encuesta publicada el lunes pasado por Massive Caller, que establece que el 41% de los electores votarían por Claudia Sheimbaum y tan solo 34.7 % por Xóchitl Gálvez, existiendo una diferencia mínima de 7% , la cual podría cambiar de forma radical si el 18 % de indecisos decide en su mayoría dar su voto a la candidata de Fuerza y Corazón por México o por el contrario dárselo a la candidata del partido oficial, aumentando la diferencia en la preferencia electoral.
La fuerza y el poder ciudadano consisten en realmente tomar en sus manos quién va dirigir el desarrollo del país o entidad federativa, quién va representar a pueblo, así como en el hecho de dar el aval con el voto a la plataforma de gobierno que presente el proyecto de nación más acorde a lo que deseamos los mexicanos, que genere los escenarios para desarrollo integral, brinde la seguridad en las comunidades y ofrezca oportunidades.
En este 2024 el discurso no ha cambiado mucho, todos los candidatos venden tristemente ESPERANZAS, pero como ciudadanos debemos de ser críticos, evaluar resultados, proyectos y trayectorias para tomar la mejor opción este 02 de junio, desarrollando un voto consciente y diferenciado que equilibre el poder y permita el conceso de todos partiendo de las coincidencias.
Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC