Por Magdiel Gómez Muñiz. Publicado en ContraRéplica.

Mariana Sancho López; Ana Isabel Berrocal y María Álvarez Caro son referentes obligados cuando se discuten temas relacionados con la transparencia, acceso a la información y protección de datos personales. Las investigadoras puntualizan que hace falta abrir foros para redimensionar la importancia de este derecho humano y sobre todo que las autoridades gubernamentales se adhieran a lo que se consagra en la máxima ley.

El debate se agudiza cuando el derecho a la supresión de datos digitales o derecho al olvido hace la aparición de la mano con las tecnologías, pero ¿Qué significa olvidar digitalmente?, ¿Qué comprende este concepto? Las expertas señalan que es: “la respuesta que se ofrece desde el Derecho a los usuarios de la red para que puedan suprimir cualquier información personal por la cual se vea afectada su privacidad”. Es decir, que las personas físicas que se sientan vulneradas en su privacidad, puedan retirar de la Web sus datos -bajo la premisa mayor- del derecho a la intimidad, al honor y a la dignidad. El otro lado de la moneda es para los casos relacionados con la memoria histórica, o de agenda pública en el que un gobernante no goza de este derecho, se invalida, debido al derecho a la información.

En pocas palabras, al menos en América Latina y en particular en México, estamos a merced de los motores de búsqueda (donde, voluntaria o involuntariamente) nuestra información está al alcance de un clic. La soberanía de la red de redes es el “Tlatoani” que, en milésimas de segundo, nadie se le escapa. Eso sin tomar en cuenta la información que de “motu proprio” compartimos sin tapujo alguno.

El derecho al olvido tiene tres trazas: a) el derecho digital; b) el derecho al olvido del pasado judicial y, c) el derecho a protección de datos personales. Esta trilogía, gira alrededor de un gran eje que es el de los derechos humanos. Una cosa es cierta, la protección de datos no puede obstaculizar el avance de la era digital y sus vertiginosas innovaciones.

La e-reputación es un nuevo concepto que facilitará el mantener o restaurar el buen nombre del quejoso, ahora bien, los costos y la tendencia de crear cuerpos colegiados especializados en materia digital se ve muy lejano para entrar en los debates de la Corte. El derecho a ser olvidado en la actualidad tiene grandes avances en España y Francia donde las tesis dan materia para seguir estudiando a profundidad el ciberespacio.

Indiscutiblemente la revolución digital redefine el rumbo por el que debe caminar la sociedad postmoderna; la memoria digital eterna sigue sin grandes modificaciones, los tribunales no dan prioridad a este tipo de asuntos. Lo que es cierto es que, mientras no avance la autoridad debemos ser muy cuidadosos con la información que compartimos en redes sociales, entre otros, sabedores que la naturaleza de la internet tampoco puede ser condicionada en el esquema de la democratización de los datos.

Dr. Magdiel Gómez Muñiz Colaborador de Integridad Ciudadana, Coordinador del Doctorado en Ciencia Política del Centro Universitario de la Ciénega – UDG. Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Universidad de Guadalajara @magdielgmg @Integridad_AC