Por Iván Arrazola Cortés. Publicado en Etcétera.
La polémica por la decisión de que la Guardia Nacional pase a manos de la SEDENA tuvo un complemento la semana pasada cuando una diputada del PRI de manera inesperada decidió presentar una iniciativa para que la Guardia Nacional continue patrullando las calles del país por los próximos cinco años, echando abajo el transitorio que establecía que la Guardia Nacional estaría en funciones hasta el 2024. Con esta decisión la alianza Va Por México que el PRI construyó con sus aliados PAN y PRD para contener al obradorismo está rota, y probablemente allanará el camino para que Morena se consolide en el poder en el 2024.
Alejandro “Alito” Moreno en un momento de “lucidez”, entendió que su compromiso era con el pueblo de México y por eso decidió apoyar a la diputada priista Yolanda de la Torre que presentó una iniciativa para extender el periodo que permanecerá en las calles la Guardia Nacional. Moreno señaló que apoya la propuesta pensando en el país y en la población y no en intereses personales o partidistas. Curiosamente una vez que se da el anuncio de la presentación de la iniciativa, la gobernadora Layda Sansores anunció que por recomendación de sus abogados daría una “tregua” al exgobernador en su programa el Martes del Jaguar para no viciar la opinión del juez en la audiencia que tendrá Alejando Moreno por el enriquecimiento ilícito del que se le acusa.
El presidente López Obrador por su parte señaló sobre el que la Guardia Nacional permanezca en las labores de seguridad, «Cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron», resulta increíble que la persona mejor “informada” del país, el hombre que recorrió por 12 años todo México, no tuviera claridad sobre el tema de la seguridad, él vendió la idea cuando era candidato que tenía la fórmula para terminar con la violencia y condenó la militarización cada que habló sobre el tema de la seguridad, hoy lo que ofrece el presidente López Obrador es más de lo mismo, ofrece como solución un cuerpo de seguridad que no ha dado resultados diferentes a los de sus antecesores.
La parte más discutible de la forma en que se están tomando las decisiones en el país es que se hace en base al chantaje, en base a la presión, en base a la simulación, los cambios de estas semanas no pueden tener otra explicación. La posición del PRI a partir de la llegada de López Obrador al poder había sido la de apoyar al bloque de contención formado por la alianza Va Por México e inclusive apoyó la declaración de una moratoria constitucional con sus aliados por falta de dialogo con el presidente. Eso mismo provocó que ante la falta de votos suficientes para aprobar una reforma constitucional sobre el tema de la Guardia Nacional, el oficialismo optara por modificar leyes secundarias para realizar los cambios en torno al cuerpo de seguridad.
La iniciativa presentada por el PRI tomó por sorpresa a los lideres de la alianza Va por México, tanto Jesús Zambrano como Marko Cortés, que emplazaron a Alejandro Moreno a retirar la iniciativa o romperían la alianza. De esta decisión tomada por el PRI puede surgir un gran boquete en el bloque opositor. Moreno ha declarado que no en todos los temas la alianza tiene que ir junta, sin embargo, la razón de ser del bloque es oponerse a Obrador, si esa estrategia no se aplica y que es la principal carta de presentación de la alianza opositora, ésta pierde sentido.
La principal repercusión que tendrá esta decisión que ha sido arropada por Alejandro Moreno y la bancada del PRI en la Cámara de Diputados es que la alianza perderá credibilidad, Si la alianza ha sido apoyada por distintos sectores es porque ven en ella un bloque de contención ante las propuestas que López Obrador ha presentado en el Congreso.
Lo que prevaleció en este episodio fue la política del intercambio, con esta decisión Alejando “Alito” Moreno compró impunidad, tendrá la tranquilidad de que no será encarcelado al hacer el trabajo sucio al régimen, lo que obtuvo López Obrador fue una política a modo, la política que él quería, pero perdió una valiosa oportunidad para demostrar que su lucha contra la corrupción es real, lo que representa Moreno es precisamente la parte más perversa de la política, una persona que hace gala de la prepotencia, del abuso de poder, de la corrupción, de lo peor de la política, pero ese es el tipo socios que prefiere el presidente.
Para la alianza opositora, el PRI y en específico Moreno representan un lastre del que no supieron deshacerse a tiempo, prefirieron arroparlo cuando se difundieron los audios y la riqueza acumulada del líder priista , acusaron persecución política y ahora tendrán que pagar el precio por defender a una persona acusada de enriquecimiento ilícito, permanecer con Moreno afectará su credibilidad, es preferible seguir adelante solos que ser aliados de un partido satélite de Morena que es en lo que se convertirá el PRI una vez que voten a favor de la permanencia de la Guardia Nacional por cinco años más.
Iván Arrazola es analista político y colaborador de Integridad Ciudadana @Integridad_AC @ivarrcor