Por: Javier Agustín Contreras. Publicado en ContraRéplica.
Hablar sobre política siempre ha sido polémico, más en estos momentos de la historia, el mundo se convulsiona en la lucha por el poder, donde las corrientes ideológicas de izquierda y derecha que han prevalecido durante los últimos 100 años se han endurecido al grado de polarizar a la población, creando un ambiente de riesgo no solo entre países con distinta visión, sino al interior de cada uno de cada nación, entre sus pobladores, claro ejemplo de esto fue el asalto al Capitolio del año 2021, por parte de los partidarios del ex-presidente y actual candidato Donald Trump.
El endurecimiento de la posición ideológica de cada corriente, pone en vilo la estabilidad de las naciones y México no es una excepción; en días pasados se integraron a la contienda los nombres de Samuel García y Luis Donaldo Colosio ampliando la lista de los presidenciables; sumando con ésto 21 precandidatos, de los cuales solo un par se han atrevido a lanzar propuestas que van relacionadas a las demandas de la población, sin dejar de lado la línea política de la que provienen, mostrando sus limitaciones y carencias para consolidar un proyecto unificado de nación.
Cada día nos alejamos más de un estado de derecho, como ciudadanos hemos sido cómplices complacientes del desorden político que se vive hoy en día; con la esperanza de que se generen las condiciones que den seguridad y tranquilidad que incidan en el desarrollo socio económico nacional, donde la salud, seguridad y certeza jurídica sean parte de los derechos comunes y corrientes, donde no exista más divisiones o se siga culpando al pasado.
En México la narrativa de la historia se ha caracterizado por dividirse entre héroes y villanos, con fechas emblemáticas y conforme a la visión del gobierno en turno, ya es momento de madurar como nación y que seamos los ciudadanos los que tomemos las riendas del futuro, dejando de lado a los héroes y villanos y creando un razonamiento crítico de la realidad del país; donde lo menos importante en este momento es quién o quiénes ganan la dirigencia de un movimiento, sino el análisis de cómo nos encontramos y hacia dónde vamos; no se escucha de forma clara una visión de Estado, solo dimes y diretes entre los políticos, que no aportan pero si cansan, logrando la indiferencia de la audiencia.
Muchos nos preguntamos hacia dónde vamos, qué nos esperamos para este fin de año, una vez que se conozcan a los representantes de las tres corrientes ideológicas e inicien formalmente las pre campañas, donde legalmente pueden inscribirse a nuevos actores políticos, mismos que en su derecho pueden descarrilar la vida institucional de los partidos y alianzas tal y como sucedió en Coahuila este año, que si bien no definió el triunfo del gobernador electo Manolo Jiménez quien obtuvo más del 50% de los votos, sí disminuyó las probabilidades de una competencia cerrada.
El hecho de que se gane la dirigencia de cualquiera de los movimientos, no asegura la candidatura a la presidencia, a menos de que sea por imposición de los dirigentes de cada una de las fracciones, sin que impere la legalidad.
Como sociedad pensante y critica nos toca convocar a los grupos a crear un proyecto de cohesión social, que incida con el desarrollo integral del país; desde los núcleos básicos de gobierno como lo son los municipios hasta la reconformación del pacto federal, será así y solo, así logremos un cambio, la política es una herramienta para la organización de la sociedad, que no tiene patente exclusiva para los partidos, y los que anhelan el poder, utilicémosla como ciudadanos y participemos activamente para un mejor futuro.
#Por_un_solo_México, #Agosto_mes_cohesion_social.
Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC