Por Sergio González Muñoz. Publicado en La Silla Rota.

A unas horas del cierre de las casillas de la jornada electoral local del domingo 5 de junio, y con los cómputos oficiales ya formalmente en marcha en las seis entidades en las que hubo contienda, es dable concluir que el modelo de sistema electoral nacional, creado por la reforma constitucional de 2014, funciona bien en su vertiente de organización electoral y de resultados oportunos, auténticos y fiables.

Como siempre, el complejo institucional conformado por el INE y los OPLES, todavía bajo la rectoría del primero, trabajó como máquina de relojería suiza y preparó y desarrolló con toda oportunidad, profesionalismo e imparcialidad las fases tradicionales de todo proceso electoral: la preparación, la jornada electoral y en estos momentos, la de resultados.

No se trató de una elección menor. El modelo debía gestionar exitosamente, como lo hizo, la renovación de la gubernatura de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Además, el Congreso local completo de Quintana Roo (25 diputaciones); y todo el nivel municipal de Durango (39 presidencias municipales y 366 puestos adicionales). En total, 436 puestos de elección popular en disputa.

Según los datos registrales dados a conocer por el INE en su momento, el modelo debía estar preparado, como lo estuvo, para atender adecuadamente 11.7 millones de electoras y electores con derecho a voto y con credencial para ejercerlo en las cerca de 20mil casillas, pero también alrededor de 2,500 observadoras y observadores con registro y acreditación. Los listados electorales más abultados fueron los de Oaxaca con 3.1 millones, Tamaulipas con 2.8 e Hidalgo con 2.2.

Había que determinar también la ubicación y el funcionamiento oportuno, como lo logró, de cerca de 21 mil casillas y sus respectivas mesas directivas (alrededor de 147mil ciudadanas y ciudadanos, debidamente capacitados y seleccionados originalmente a partir de un doble sorteo de entre 1.5 millones de personas que decidieron participar).

Por su parte, las y los electores de Aguascalientes, Durango, Oaxaca y Tamaulipas residentes en el extranjero pudieron sufragar desde allá mediante el voto denominado postal o mediante el voto por internet, aunque solo por la gubernatura. Por la primera modalidad participaron 1,181 personas (1,155 de ellos y ellas desde los Estados Unidos), mientras que, por la segunda, participaron 1,630 (1,345 de ellos y ellas también desde el vecino del norte).

Hay que destacar además otros datos relevantes. En Aguascalientes el INE desplegó por primera vez una prueba piloto de voto anticipado domiciliado, en la que las y los interesados que acreditaron una condición médica de movilidad restringida y/o discapacidad motriz, pudieron votar desde su domicilio unos días antes mediante un sofisticado mecanismo presencial en su casa a cargo de la delegación y las subdelegaciones del instituto en la entidad. Fue un ejercicio pequeño que debió abarcar a más personas y a más entidades y que deberá crecer en jornadas electorales subsecuentes.

En Hidalgo las personas en situación de prisión preventiva sin sentencia de 5 centros de reclusión pudieron votar desde su ubicación y hubo voto con efectos vinculantes en 100 urnas electrónicas para la elección de gubernatura, a razón de 50 en Aguascalientes y 50 en Tamaulipas.

Para conocer márgenes de resultados, el INE implementó los Conteos Rápidos en las 6 entidades pero solo respecto de las gubernaturas. A lo largo de la tarde del domingo cívico los dio a conocer y, contrastados con las cifras que arrojaron los PREPs, estos a cargo de los respectivos OPLES, coincidieron plenamente reforzando, la certeza que demandan los resultados electorales precisos y oportunos.

Ahora bien, de una revisión cuidadosa de dichos PREPs resulta que, en promedio, la participación ciudadana alcanzó el 46.096%, y que la más alta fue la de Tamaulipas, con 53.31% y la más baja la de Oaxaca con 38.79%.

Por disposición de las leyes electorales locales, todos cómputos oficiales de los comicios empezaron, en los 6 estados, el miércoles 8 por la mañana y no pararán sino hasta que hayan revisado el último paquete y la última acta, lo que en su caso derivará en la entrega-recepción de las respectivas constancias de mayoría a las y los triunfadores.

Falta, empero, la fase impugnativa en la que los partidos y candidaturas podrían acudir a la jurisdicción electoral. Resuelta esa, los cómputos adquirirán firmeza jurídica y definitividad.

Muy pronto después de eso, empezará de nuevo el ciclo de cara a las elecciones de Coahuila y Estado de México de junio de 2023. Y otra vez todo funcionará muy bien, como siempre y como nunca. Así será porque el Modelo funciona y funciona muy bien. Y a las pruebas me remito.


Sergio González Muñoz

Colaborador de Integridad Ciudadana, A.C. Maestro en Derecho Constitucional y Doctorante en Derecho por la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados, con línea de investigación sobre el Derecho a/de la Integridad Electoral. Catedrático UNAM en las facultades de Derecho y de Ciencias Políticas y Sociales. Congresólogo empedernido. @ElConsultor2 @integridad_AC