Por: Vladimir Juárez @VJ1204 Publicado en ContraRéplica
“Soy del mero Sinaloa, donde se rompen las olas… Me dicen el Vale, un vale pero con suerte porque si me salta un gallo no me le rajo.”
-El Sinaloense
¿Qué sabemos de las capturas y ejecuciones del narco?
Historias existen y muchas de ellas señalan que detrás de la inminente ejecución o caída de un capo hay una traición. Lo rumoran en las oficinas de gobierno, lo dicen los corridos, lo muestra Netflix y se sabe por propios y cercanos.
Esta puede ir desde señalar el escondite o el lugar donde se ubicará a la persona o bien un acuerdo con sus allegados para desarticular cualquier capacidad de resistencia o reacción con el fin de garantizar el objetivo que se persigue.
También existen historias donde no son las traiciones, si no las complicidades las que dictan el guion y el ritmo del espectáculo que se seguirá para hacer resonar la “caja china” gubernamental con el único fin de desviar la tensión de la agenda pública: para neutralizar la nota negativa que prevalece en los medios de comunicación.
Algunas otras narrativas nos indican la ingenuidad e incapacidad con la que las autoridades pre diagnostican y actúan, lo que a la postre genera un problema que resulta en un verdadero desastre que evidencia la incapacidad táctica de fondo; y en consecuencia, la comunicación sobre el suceso fallido es tan disonante como poco creíble.
Existen casos, tal vez los menos, donde el Estado se impone con un manotazo brutal para desarticular a un grupo criminal. Y lo hace de una manera contundente, sin miramientos. Donde el mensaje quede claro. El estado no puede ser desafiado, pues el uso legítimo de la violencia es su protestad.
Al ritmo de las horas, y con la intensidad mediática que tuvo este suceso en México y el mundo, pronto iremos conociendo lo que realmente sucedió; es probable que hoy el Gobierno Federal caiga en cuenta que al crimen organizado no se le puede amedrentar como parece que ha estado sucediendo con sus opositores políticos. Sin duda, estamos ante un parteaguas de la gestión del actual gobierno federal.
La gravedad del acierto o del error – según el posicionamiento que argumente lo sucedido –, está por venir, pues traerá consecuencias inmediatas en la región; posiblemente ejecuciones, ajustes de cuentas, reordenamientos estratégicos en las células del crimen y en las filas castrenses, y tal vez, en el gobierno federal.
Cabe decir que también existen otros datos que señalan que la inteligencia financiera y fiscal, y la regulación de las drogas blandas, podrían ser muy efectivas.
Después del Culiacanazo, nuestra sociedad debe velar por un México unido.
Vladimir Juárez. Colaborador de Integridad Ciudadana A.C.
@Integridad_AC @VJ1204