Por: Alaska Juárez @AlaskaJuarez Publicado en Mexican Times
#NiunaMas
A #MaraCastilla
La violencia contra la mujer constituye un grave problema público y una violación de los derechos humanos de las mujeres. Sin embargo, el Estado se ha focalizado en el crimen organizado y en su decisión de enfrentarlo por medio de las armas, lo que a la postre ha permitido que la violencia contra las mujeres no haya sido tratada con la misma urgencia.
Los feminicidios son un grave problema en México ya que en los últimos 15 años han matado a más de 26 mil mujeres en el país según las cifras oficiales Castillo Rafael (23 Junio 2015a)
Pero en el Estado de México los feminicidios son ya un crimen de Estado, pues por cada mujer asesinada en Ciudad Juárez — cuando está última fue declarada el lugar más peligroso del mundo para las mujeres — hay 10 más en el Estado de México.

Los feminicidios significan la muerte violenta de una mujer por razones de género, además de contar con al menos una de las siguientes características:
- La víctima deberá presentar signos de violencia sexual.
- Existencia de lesiones o mutilaciones degradantes previas o posteriores a la privación de la vida.
- Que existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en su familia, trabajo o escuela.
- Que haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.
- Amenazas relacionadas con el delito, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
- Que la víctima haya sido incomunicada previamente al delito.
- Que el cuerpo de la víctima haya sido expuesto o exhibido en un lugar público.



En este contexto, el Estado de México es emblemático; puesto que presenta una cifra récord de 263 posibles feminicidios tan solo en 2016. De acuerdo con el Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidios en el Estado de México (Mexfem), los feminicidios están presentes en 56 de los 125 municipios del Edomex, es decir, en un 44% de su territorio (Barrera Juan Manuel, 31 enero 2017).
Y a todo esto, ¿qué es lo que ha dicho el estado mexiquense? Pues bien, se escucha decir de forma simplista a sus autoridades:
“¿En el Estado de México es donde más delitos hay en contra de las mujeres? ¡Sí! Pero también es donde existen más mujeres…”. Peor aún, han asegurado… en estos momentos “Hay cosas más graves que atender”
-Rincón Sergio (17 Abril 2016).
Lo anterior han sido las palabras de Ex Gobernador Eruviel Ávila sobre las mujeres desaparecidas y asesinadas durante el tiempo de su mandato, que según el Observatorio Nacional del Feminicidio sumó un total de 1,258 mujeres en seis años.
Hasta ahora solo existen dos medidas para la prevención de feminicidios implementados por el Estado de México; la primera, activar la alerta de violencia de género (casi obligadamente), y la segunda, ser una de las primeras entidades en castigar el delito de feminicidio con penas desde los 40 a los 70 años de prisión.
Sin embargo, todo esto nos habla de que el problema no está solo en que no haya suficientes medidas de protección a la mujer, sino de que hay una descomposición social grave, la cual provoca que los mismos feminicidas se sepan impunes ante la cifra de que el 98.3% de los crímenes estuvieron libres de juicio (Castillo Rafael, 23 Junio 2015).



Pero ¿qué se puede hacer para terminar con este problema? Sin duda, las protestas, las marchas, los foros, o las nuevas leyes para la protección de la mujer son herramientas y mecanismos en el combate contra el feminicidio, pero como vimos anteriormente ninguna de estas herramientas han sido suficientes para parar esta horrible realidad.
Por lo que propongo, cambiar desde nuestra lingüística hasta la forma en la que somos educados, siempre buscando la igualdad y la no violencia. Pero sobretodo, apuntar hacia el acceso a la justicia y al combate a la impunidad.
No hay que olvidar que cada 4 minutos, una mujer es violada en México, esto quiere decir que para cuando hayas terminado de leer este artículo, al menos dos mujeres habrán sido violentadas sexualmente.
Ahora más que nunca se tiene que hacer algo, no solo ignorar los feminicidios y hacer como que nada pasa, los feminicidios van en aumento y el Estado de México solo es la punta del iceberg de lo que ocurre en todo el país. Hace unas semanas Puebla vivió esta angustia trágica.