Por: Alaska J. Zamora @AlaskaJuarez Publicado en Contra Réplica
Una de las cosas que más me han sorprendido en los primeros 100 días de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador es la hostilidad con la que se dirige a los distintos medios de comunicación o periodistas que pueden tener una forma distinta de ver al país.
Sin duda, el sexenio pasado fue uno de los más sangrientos para México. Entre las cifras más preocupantes se encuentran las agresiones en contra de los periodistas, quienes fueron abatidos tanto por gobiernos corruptos como por el crimen organizado por mostrar la realidad que vive nuestro país.
El rechazo en contra de esta profesión ha ido en aumento gracias a que se ha ido reproduciendo un lenguaje despreciativo en su contra, muchas veces por parte de importantes jefes de Estado, y otro tanto por los linchamientos generados por los equipos de gestión digital y redes sociales que se dedican a la injuria; de esta manera, poco a poco se ha ido formando en el colectivo social la aversión a la labor periodística, dejando como resultado una sociedad en la que en vez de ver a la prensa como un actor de la democracia, se le acusa de servir al mejor postor.
Guste o no, la historia de cualquier país democrático transita sobre las bases del derecho a la libertad de expresión, al desarrollo del conocimiento y al periodismo libre que garantiza que sociedades se empoderen con base en la información que se obtiene de una realidad que en ocasiones puede ser limitada o manipulada para ellos, pero no oculta para el periodista.
El periodismo es uno de tantos resortes que mostraron los excesos de la élite que gobernó durante los últimos años en nuestro país, los que arriesgaron la vida como tantos otros líderes políticos.
La prensa no solo es un medio por el cual se transmite la información, a través de ella también se logran aproximaciones a la verdad. Sin duda, para mí esta es la razón principal por la que el periodismo es tan importante en nuestros tiempos.
Lamentablemente, hoy el periodismo atraviesa por uno de los momentos más críticos de su historia moderna. La inseguridad en su entorno y su desprecio son dos grandes retos que la 4T deberán resolver sin descalificativos. El porqué es muy simple; no se puede callar o asesinar a la verdad.
Hoy más que nunca se requiere de una prensa libre que de fe y testimonio de un cambio de régimen, que relate los hechos con imparcialidad, responsabilidad, transparencia e independencia. Que se cerciore de que la rendición de cuentas va más allá de una rueda de prensa.
https://www.contrareplica.mx/nota-La-importancia-del-periodismo-en-nuestros-tiempos-(4T)201920316