Por: Vladimir Juárez @VJ1204 Publicado en ContraRéplica
“Contra la traición, no hay defensa”, Santiago Vasconcelos, citado por Zepeda Patterson
La detención de Genaro García Luna terminará por desnudar la intimidad con la cual se relaciona el narcotráfico con el poder.
No es la primera vez que a García Luna se le señala de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa, pero sí la primera vez en la que el señalamiento se da en Estados Unidos con un testigo protegido. Y esa es una gran diferencia entre ser señalado en México y ser detenido en la Unión Americana por cargos imputables al ejercicio de la función pública de nuestro país: por corrupción.
Es probable que el arresto “sorpresivo” sea un golpe a la estructura del Cártel de Sinaloa, organización que por años ha ostentado el primer lugar en el trasiego de la droga, y que ha resistido embestidas como el culiacanazo, así como la amenaza creciente del Cártel Jalisco Nueva Generación que ha logrado imponer su presencia en zonas que antes eran dominadas por los “sinaloenses” bajo el mismo modus operandi: corromper a las corporaciones policiacas, castrenses y al poder político.
La detención del también aspirante a presidir la Interpol en 2014 igualmente es un duro golpe en la mesa del panismo que dirigió las riendas del país entre los años 2000 y 2012; pues García Luna podría ser la punta del iceberg de una cadena de complicidades relacionadas con políticos, militares y mandos policiales que fueron o son parte de la estructura simbiótica entre el cártel y los gobiernos de Fox y Calderón. Pero también lo sería para las agencias de inteligencia de Estados Unidos, quienes trabajaron y financiaron directamente por años con el hoy acusado.
De ser así, el arresto del “superpolicía” pondrá en duda a la estructura policial y castrense que aún prevalece arraigada en zonas muy específicas del país y que operan bajo las mismas condiciones de lealtad y poder que exige el crimen organizado. Por ejemplo, y solo por mencionar dos casos, hoy las riendas de seguridad pública tanto en la Ciudad de México como del Estado de México están a cargo de personas que fueron cercanas a la estructura que García Luna comandó. Lo que en principio exige el más alto escrutinio y valoración sobre sus resultados y pertinencia.
De confirmarse las acusaciones a García Luna, los otros datos confirmarían que la estrategia fallida de seguridad pública en México y las miles de víctimas que ha dejado el combate al narcotráfico son las pruebas fehacientes del más grande crimen de Estado que se haya podido confirmar en la historia moderna de cualquier país. Pues se documentaría que México se encuentra infiltrado por el crimen organizado en todos los niveles y poderes.
Llamó la atención de que horas más tarde de confirmada la noticia de la detención que se dio a conocer casi al mismo tiempo en que Canadá, Estados Unidos y México firmaban el protocolo modificatorio del T-MEC, y justo un día después de celebrar el día internacional contra la corrupción, el Gobierno federal reaccionó confirmando tardíamente, vía la Unidad de Inteligencia Financiera, que ya se había tomado la decisión de congelar las cuentas bancarias del detenido además de que se analizaba la solicitud de extradición a México.
Y mientras todo esto sucede en Estados Unidos, nosotros como país seguimos congelando la iniciativa de legalizar la mariguana, y ante ello solo me viene a la cabeza la frase de Vasconcelos: “Contra la traición, no hay defensa”, lo que me detona la pregunta ¿Hay defensa contra los grandes corruptores? La respuesta es sí. Pero lamentablemente aún no en México.
Vladimir Juárez.
Colaborador de Integridad Ciudadana A.C.
@Integridad_AC @VJ1204