Por: Viviana Islas @MendozaI88 Publicado en ContraRéplica
La lucha por el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres lleva siglos. Sin embargo, el 3 de julio estaremos conmemorando apenas 66 años que por primera vez las mujeres mexicanas ejercieron su derecho al sufragio, si volteamos a mirar atrás, por lo menos era una consigna de la Revolución Mexicana, misma que no prosperó en la constitución original de 1917. Por lo que no es algo nuevo, ni de moda, lo cierto es que en la historia reciente la lucha ha cobrado mayor fuerza, visibilizando la importancia de la mujer de ocupar los espacios públicos.
Los resultados de la jornada electoral del 6 de junio en materia de paridad, con 248 mujeres en la Cámara de Diputados (7 mujeres más en comparación de la integración actual); paridad que también llegó a los Congresos Locales y en las gubernaturas con 6 gobernadoras electas, son fruto de los derechos ganados en las leyes, pero también, hay que decirlo, de la visión del Instituto Nacional Electoral, al implementar acciones afirmativas en busca de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en el ejercicio de los derechos políticos.
En este transitar en busca de la consolidación de los derechos políticos de las mujeres, la violencia política es uno de los principales desafíos a los que se han enfrentado, y que a pesar del endurecimiento de las leyes no se ha logrado frenar. De acuerdo con Observatoria Ciudadana Todas MX, de 35 asesinatos a candidatos cometidos durante el actual proceso electoral, 21 fueron de mujeres, convirtiéndose en el proceso electoral más violento para este género. Por su parte, el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, tiene un registro de 60 personas sancionadas, recordemos que esta iniciativa tiene como objetivo hacer público la información de las personas sancionadas por incurrir a una agravante en materia de VPG, así como, contribuir en la prevención de la violación de sus derechos humanos. En democracia aspirar a un cargo de elección popular sea hombre o mujer no debería de representar riesgos ni desigualdades.
Así mismo, pese a los esfuerzos para garantizar la equidad en la contienda, de acuerdo con el primer informe del monitoreo de noticiarios durante las campañas federales, las mujeres tuvieron 26% menor cobertura en los medios en comparación con la de los hombres; en los noticieros, tuvieron 3,165 menciones menos que los hombres. Estas cifras demuestran la desigualdad entre géneros, discriminación y lo lejos que estamos de un lenguaje incluyente.
En los últimos nueve años, en México la participación de las mujeres en el ámbito gubernamental ha ido ganando terreno sobre todo en el Poder Legislativo Federal. A nivel local, tanto en la titularidad de las gubernaturas como en los ayuntamientos la brecha aún es larga, de ahí la importancia de seguir implementando acciones afirmativas como un acto de justicia en busca de igualdad, porque está demostrado que los partidos políticos no están dispuestos a postular candidatas más allá de lo que les obliga la ley.
En este camino rumbo a la paridad, el reto será ver a mujeres liderando los órganos de gobierno en el Poder Legislativo, coordinando sus grupos parlamentarios, presidiendo las comisiones de relevancia. No sólo es llegar al cargo, es participar en la toma de decisiones para alcanzar la verdadera igualdad.

Viviana Islas Mendoza Colaboradora de Integridad Ciudadana, Consejera Local del INE Estado de México, Politóloga por la UAM, con estudios en Políticas Públicas, Derecho Parlamentario, Procesos Electorales, Transparencia y Violencia Política contra las Mujeres @VivianaIslasM @Integridad_AC