El ocaso de la justicia en México


Por: Iván Arrazola Cortés @ivarrcor Publicado en ContraRéplica


Menciona Aristóteles que cuando “el ser humano se aparta de las leyes y la justicia se convierte en el peor de los animales”. La cita viene a cuenta por lo que en estos momentos se está viviendo en el país. Las y los gobernantes de distintos partidos están utilizando las instituciones de justicia para atender intereses personales. Los casos de El Bronco y la disputa entre Alejando Gertz y Julio Scherer Ibarra, son buenos ejemplos de cómo la justicia sirve para atender los intereses de los poderosos.

En una democracia las normas del derecho tienen como función primordial organizar la vida colectiva, garantizar el ejercicio de los derechos de la ciudadanía y vigilar el cumplimiento de las obligaciones que la sociedad impone a cada uno de sus miembros.

La relación que hay entre el derecho y la política es estrecha, Sartori señala que en esta relación el derecho es el principal instrumento mediante el cual las fuerzas políticas ejercen su dominio sobre la sociedad. Dicho dominio lo pueden ejercer apegándose a las reglas y al estado derecho o bien actuando para favorecer un interés personal.

Los niveles de impunidad en el país reflejan de manera clara la grave problemática que se vive en torno al tema de la procuración e impartición de justicia. El INEGI reportó a finales de 2021 que en 93.3 por ciento de los delitos cometidos en México no hubo denuncia o bien no se abrieron carpetas de investigación cuando fueron denunciados, también la encuesta de victimización reportó que se cometieron el año pasado más de 27 millones de delitos en el país. La probabilidad de que se esclarezca un delito es de 1 por ciento de acuerdo con el Índice estatal de desempeño de procuradurías y fiscalías, también este índice arroja un dato preocupante, la posibilidad de ejecutar una orden de aprehensión es del 47 por ciento en México.

Estos datos vienen a cuenta por los eventos que se han presentado en las últimas semanas, eventos en los cuales se han visto involucrados diferentes actores políticos, desde alcaldesas, exgobernadores y consejeros jurídicos. Los eventos llaman la atención no solo por la importancia de los personajes en cuestión, sino por la velocidad con la que han sido atendidos los casos o por los abusos cometidos sin que se castiguen a los responsables.

En el caso del exgobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”, ha sido acusado por la fiscalía estatal de Nuevo León de hacer uso ilegal de recursos del estado para financiar su campaña como candidato independiente a la presidencia, el tema sin duda relevante al tratarse de un caso de corrupción, se ve opacado por la forma tan desaseada en la que se manejó el tema de su captura, filtrando las fotos del ingreso a la prisión y con el discurso de un gobernador, que ve en la captura un logro digno de presumirse y de hacer promoción de su imagen.

En el conflicto Gertz-Ibarra a través de la filtración de unos audios, se pudo conocer la conversación del fiscal Gertz Manero con uno de sus subordinados, en la que habla sobre como presionó a los ministros de la Corte para mantener a una parte de su familia política en la cárcel. De forma simultánea el fiscal investiga a Julio Scherer Ibarra exconsejero jurídico de la presidencia, quien es acusado de extorsionar a personas encarceladas durante el actual sexenio, que para obtener su libertad exige por medio de diferentes despachos erogar una fuerte suma de dinero a los detenidos o bien desprenderse de algún bien, todo esto ante la complacencia presidencial que ve como los funcionarios sacan provecho de sus cargos.

México vive dos realidades, la primera es la que enfrenta la mayor parte de la ciudadanía, con un sistema judicial lento, inoperante y en el que no se puede confiar por la corrupción y la falta de resultados. Por otro lado, hay un sistema de justicia que está a merced de los poderosos, aquellos que tienen el control del poder político y para los que la justicia es pronta y expedita, la utilizan no con el ánimo de hacer justicia, en todo caso la usan para hacerse promoción personal o bien ajustar cuentas con los enemigos del pasado. Cuando todos están sujetos al imperio de la ley con independencia del cargo o del lugar que ocupan en la sociedad, es cuando se constituye una sociedad justa, mientras eso no suceda lo que se verá es al peor de los animales, apartado de la ley y la justicia, encarnado en el poder político.

 

Iván Arrazola. Colaborador de Integridad Ciudadana, Doctor en estudios Científico-Sociales con mención en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO. México). Especialista en participación ciudadana, cultura de paz, democracia subnacional y gobierno abierto. @ivarrcor @Integridad_AC