Por Adriana Ferreiro Jiménez. Publicado en ContraRéplica.
¿Usted sabe lo que se requiere para bajar de peso? ¿Hace lo necesario para bajar de peso? Si la respuesta es sí entonces se encuentra en el porcentaje de las personas que “hacen”, si la respuesta es no, entonces se encuentran en el porcentaje de las personas que “intentan”. Por eso es importante diferenciar la acción de la intención, ya que son dos conceptos totalmente opuestos, normalmente confundimos que intentar es hacer y nos escondemos en el engaño del intento.
No es lo mismo intentar bajar de peso que hacer lo necesario para bajar de peso. Este es dilema al que todos nos enfrentamos día con día. Actuar es un verbo y por lo tanto requiere acción=hacer. Hacer no es lo mismo que intentar= intención.
Para puntualizar, intención es una palabra originada del latín del término “intentĭo”, que se refiere a la determinación de la voluntad hacia un objetivo. Por lo tanto, la intención está vinculada al deseo, en otras palabras, la intención se forma por una idea intangible, ilusoria, mientras que la acción se forma por un hecho impulsado hacia un objetivo concreto.
En el ejemplo práctico de bajar de peso recurrentemente caemos en el engaño por demostrarnos a nosotros mismos que hacemos cuando realmente intentamos ya que no estamos conscientes de que es más fácil seguir haciendo las cosas mal porque hacerlas bien requiere valentía, esfuerzo, determinación, disciplina y no siempre estamos dispuestos a cumplir con estas condiciones.
La frustración se hace presente cuando confundimos intentar con hacer lo necesario para bajar de peso sin conseguir resultados. La pregunta que nos hacemos ¿Por qué no puedo bajar de peso? La clave está en realizar esfuerzos pequeños diarios sostenidos en el tiempo para llegar al objetivo final y, por tanto, traducir el objetivo en una meta cumplida.
En este sentido, se recomienda primeramente fijar un propósito y después, dividir el objetivo en metas (pequeñas) diarias, semanales, mensuales etc., esto nos permite plantear acciones concretas donde la variable indispensable que debemos cuidar es el tiempo ya que actúa como factor indispensable para alcanzar el resultado. Ahora bien, en caso de que por alguna razón no me sea posible cumplir los objetivos diarios o semanales debo trazar una alternativa.
Esto quiere decir que, si el objetivo es bajar de peso y mi propósito es hacer ejercicio diariamente entre muchas acciones más y, por alguna circunstancia no pude hacer ejercicio un día, se debe tener alguna alternativa que nos permita cumplir el proceso, así por ejemplo en caso de que en un día no se haya cumplido la meta de hacer ejercicio, se debe tener una opción alterna como lo es hacer ejercicios en casa u oficina.
Lo importante es no conceder permisos para justificar y caer en el intento y que esto sea el resultado de declinar ante la meta. De ahí la idea de plantear todos los escenarios posibles en donde se pueda fallar y pensar en las acciones que se podrían llevar a cabo para no rendirme y poder cumplir el objetivo. Así lo sostenía Aristóteles “El éxito no depende de un gran esfuerzo, sino de pequeñas acciones que se hacen a diario”.
Es importante el hecho de considerar que cumplir la meta no es un camino lineal, es un camino sinuoso el cual nos lleva a considerar atajos que me permitan tener flexibilidad en el cumplimiento del objetivo. Por último y no menos importante,se debe tener claro que nuestra meta es personal e intransferible, a que me refiero con esto, a que son planteamientos individuales que me van a funcionar a mí y que no necesariamente tiene que ver con una meta que le haya funcionado a alguien más.
La transformación en uno mismo está en el dilema de HACER o INTENTAR, y, sin embargo, esto solo implica una decisión personal para cumplir el objetivo o solo intentarlo.
Adriana Ferreiro Jiménez, Colaboradora de Integridad Ciudadana A.C., Psicóloga Social por la Universidad Autónoma Metropolitana @Integridad_AC