Por Javier Agustín Contreras. Publicado en ContraRéplica.

Mucho se ha hablado sobre que las elecciones para los miembros que conformarán el Poder Judicial constituyen un gran fraude e invalidan la imparcialidad en la impartición de justicia. Este proceso desequilibra los pesos y contrapesos del poder, al inclinarse de forma inercial hacia el partido en el poder, principalmente a nivel federal y en la conformación de los ministros de la Suprema Corte de Justicia… Todo eso ya fue discutido, votado y aprobado por el Congreso y las cámaras locales, además de haber sido dirimido en la Corte. Lo importante ahora es observar cómo se blindarán las elecciones a partir del ejercicio del voto, si lo que queremos es un sistema más justo y transparente.

Sí, tal como lo leen: la única forma de blindar las elecciones es promoviendo la participación ciudadana, para que este próximo 1 de junio cada persona emita su voto y elija a los miembros del Poder Judicial. Es fundamental analizar a fondo a los candidatos para cada puesto judicial de elección, especialmente a quienes integrarán la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que de ello dependerán tanto los perfiles que lleguen como la legitimidad del proceso. Tenemos que ser claros y conscientes: las elecciones son un hecho que no va a cambiar. Este proceso se financia —por no decir que se paga— con los impuestos provenientes de nuestro trabajo, por lo que no participar no solo implica renunciar al ejercicio de un deber cívico, sino también dar margen a que quienes desean influir en los resultados impongan con mayor facilidad a sus candidatos, ya que no habrá forma de levantar la voz. Recuerda: votar no es avalar, sino la única forma de incidir.

La realidad es que todos los actores políticos detrás de esta reforma esperan que la indiferencia y la abstención ciudadanas sean los factores más determinantes en el proceso. Por ello, es obligación de quienes dudan de la funcionalidad democrática del proceso —y sospechan que podría haber fraude— buscar y difundir información sobre los candidatos, para que la ciudadanía esté informada acerca de quiénes son y cuáles son sus perfiles. Al mismo tiempo, se debe fomentar una campaña que motive la participación.

A estas alturas, y a solo 30 días de las elecciones de jueces, ministros y magistrados, de nada sirve seguir debatiendo si es o no democrático elegir a los miembros del Poder Judicial. Ese tipo de discusión solo fortalece la abstención, al tiempo que se sigue cuestionando la validez del proceso, lo cual debilita aún más su legitimidad y, por tanto, diluye el Estado de Derecho. Al ser vulnerado, éste tiene repercusiones económicas y sociales que afectan directamente la vida de cada familia mexicana, salvo de aquellas que se ven beneficiadas.

La semana pasada los invité a impulsar, desde lo individual, este proceso electoral; a ser un factor de cambio como ciudadanos y a ejercer nuestros derechos bajo un nuevo paradigma. Este nuevo modelo ha dejado de lado la carrera judicial tradicional y la ley que la regula, razón por la cual es necesario votar para legitimar el proceso y, posteriormente, perfeccionarlo mediante propuestas claras, basadas en hechos tangibles.

No te quedes como espectador: infórmate, comparte e invita a participar este 1 de junio. El voto es la única defensa que nos queda; no hacerlo es dejarle el campo libre a quienes quieren un Poder Judicial a modo.

Si decides formar parte activa del cambio, háznoslo saber escribiéndonos a integridadciudadana@hotmail.com o contactándonos en redes sociales a través de @Integridad_AC. Tu participación cuenta en las urnas y contribuye a establecer nuevos parámetros de concientización social.

Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC